Naciste para Volar

Piloto: Mi viaje migrante y las cinco lecciones que me cambiaron

• Tani • Season 1 • Episode 1

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En este episodio piloto de Naciste para Volar, te invito a conocer mi historia personal como migrante y las lecciones que he aprendido a lo largo del camino. Naciste para Volar es un espacio para compartir historias de migrantes, donde exploramos los desafíos emocionales profundos que implica dejar atrás lo conocido. La migración, muchas veces, conlleva un duelo por lo que dejamos, enfrentándonos a la soledad y al proceso de adaptarnos a un nuevo entorno.

A lo largo de este episodio, compartiré cinco aprendizajes clave que me han ayudado en mi propio viaje, incluyendo cómo el crecimiento personal se convierte en una parte fundamental de la migración, y cómo la resiliencia surge de los retos que enfrentamos. También hablaremos sobre la identidad bicultural, el sentido de pertenencia, y cómo las despedidas se vuelven parte inevitable de este proceso. Recuerda: no estás solo en este viaje migratorio. Este es solo el comienzo de muchas historias que conectan, inspiran y nos recuerdan que, sin importar dónde estemos, nacimos para volar.

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Hola, hola. Bienvenidos a Naciste para Volar, el podcast donde exploramos los desafíos, triunfos e historias de migrantes que han decidido buscar nuevas oportunidades lejos de casa. Hoy es un episodio súper especial porque además de ser el inicio de esta aventura tan increíble, es mi oportunidad para presentarte el corazón de este proyecto en el que he estado trabajando los últimos meses de mi vida.

Yo soy Tani, soy la creadora de Naciste para Volar y mi historia con la migración empezó hace casi 10 años cuando dejé México, que es mi país natal, pues para irme estudiar y para explorar nuevas oportunidades y desde entonces he tenido una historia bastante interesante que poco a poco te iré contando y nos iremos conociendo cada vez mejor. pues hoy te platico que he tenido...

la gran fortuna de que la vida me ha dado diferentes oportunidades, que me han llevado a vivir en diferentes países, aprender idiomas y pues también me ha regalado experiencias y aprendizajes que pues nunca imaginé cuando empecé este proceso de emigrar.

Este podcast realmente nace de ese camino, de esa necesidad de explorar qué significa dejar todo atrás y empezar de nuevo, de buscar tus sueños en tierras ajenas. Realmente, Naciste para Volar es un espacio en donde le vamos a dar vida a las historias contadas lejos de casa para compartir anécdotas, desafíos y sobre todo aprendizajes. Mi objetivo es más que nada crear una comunidad donde podamos escucharnos, apoyarnos y aprender juntos sobre este camino tan bonito que es la migración. hasta el final de este primer episodio porque quiero contarte un poquito sobre mi historia y lo que he aprendido en este viaje. Porque, pues, bueno, aunque he vivido cosas maravillosas, también me he encontrado con retos que nadie me advirtió cuando me fue por primera vez.

y me hubiera gustado saber y el día de hoy voy a compartir esos aprendizajes contigo. Entonces, pues bueno, la primera vez que hice mis maletas y no fue una experiencia de migración permanente, pero digamos que fue la primera vez que Tani se aventuró al mundo. Yo tenía solamente 10 años, era una chiquitita y pues llevaba muchos meses pidiéndole a mis papás que me enviaran

a un internado en Inglaterra a aprender inglés y pues para mí siendo mexicana y viviendo tan lejos de Inglaterra pues este viaje era un sueño súper lejano que llevaba muchos años esperando y pues me tuve que esforzar mucho en la escuela para sacar buenas calificaciones y finalmente pues sí mis papás me dijeron que me podía ir a Inglaterra y pasé pues todo el verano en el internado

Y pues esta fue la primera vez que conocí a personas de otros países, tenía amigos de Lituania, de Alemania, de Hong Kong, de Turquía, y realmente fue la primera vez que experimenté estar inmersa en un ambiente multicultural y me pareció fantástico. Y bueno, pues esta primera experiencia fue maravillosa y te puedo contar mil historias de la Tani de 10 años que estaba en Inglaterra. Pero para no hacerte la historia tan larga, esta experiencia inicial despertó en mí un deseo súper profundo de conocer el mundo, de aprender sobre otras culturas. Me movió mucho este deseo que tenía de aprender más idiomas, pero sobre todo de retarme a mí misma y de salir de la zona de confort y afrontarme a lo desconocido.

Entonces, pues bueno, volví a México al final del verano y diez años después de esa primera experiencia, pues esta semillita que fue plantada en mí me llevó a decidir un programa de doble titulación para mi licenciatura, esta vez en Italia, que pues es un país que siempre me ha fascinado por su historia, por su riqueza cultural.

y por ser prácticamente una de las cunas del diseño y de la arquitectura. me fui estudiar al Politécnico de Milán, a un programa de doble titulación, en donde tenía que sacar mi título italiano, tenía que hacer mis prácticas profesionales, escribir mi tesis, defenderla, hacer mi examen profesional.

Y la historia es más larga y más complicada, pero hubo una confusión y muy mala comunicación entre mi universidad en México y la universidad italiana. Y entonces, pues bueno, pensaron que yo era estudiante de maestría y las clases de maestría son en inglés, pero yo era estudiante de licenciatura y las licenciaturas todas son en italiano.

Yo no venía tan preparada para hablar un italiano súper fluido, realmente había tomado cursos de principiantes, entonces... pues fue un reto súper fuerte porque apenas y podía hablar y aparte me pasaron mil cosas cuando llegué, que ya te contaré después en otros episodios, pero pues estaba como en un shock muy fuerte porque yo dije yo no sé si voy a ser capaz...

pues de sacar esto adelante y ya cuando hablamos a nivel técnico o académico pues se facilita el hecho de que yo hable español pero ya a un nivel técnico o un nivel académico pues sí sí puede ser bastante complicado ¿no? Y entonces en medio de mi crisis le hablé a mi papá y le dije yo no sé qué voy a hacer porque

Llevo una semana aquí, es en italiano. No sé si lo voy a lograr. Y me dice mi papá, ¿quieres volver a México? Podemos hablarlo, tú tranquila. No pasa nada. Y le dije, no, lo voy a intentar. un semestre y lo voy a intentar. Y si no paso mis materias y si...

todo sale mal, pues bueno, ya te hablaré dentro de seis meses, pero dame la oportunidad. Y mi papá, pues lleno de amor y siempre ha creído en mí y es una persona que me ha dado mucha fuerza, me dijo, acuérdate que si te lo propones, tú puedes lograr todo lo que quieras. Y, bueno, la historia es muy bonita, hubo experiencias bastante formativas, hubo muchísimos retos y muchísimas cosas que, bueno, ya...

Al final se complicaron y pasaron mil cosas. Pero pues al final del programa de la doble titulación pues pasé a mis exámenes, hice mis prácticas, defendí mi tesis, todo en italiano. Tuve algunas excepciones pero casi todo en italiano. Y pues esta fue de verdad que una de las experiencias más desafiantes que he vivido hasta ahorita incluso.

pero pues también de las que más me ha hecho crecer. Fue sumamente formativa en mi vida. Hay un antes y un después. Y el día de mi graduación italiana es uno de los días más orgullosos de mi vida porque tenía tantas cosas en contra de mí que dije, wow, no puedo creer que lo logré. O sea, cuando llegué aquí parecía todo imposible y todo tan lejano y ya estoy aquí, ya tengo mi título. Entonces fue...

Sí fue un cierre muy bonito para esa parte de mi desarrollo tanto personal como de mi carrera. Y bueno, pues después de Italia, que pues era el programa de doble titulación, yo saqué primero mi titulación italiana en Milán. Pero pues tocaba volver a México a terminar la licenciatura, que ya era realmente el último año, que es el año más pesado porque pues es el año igual.

que me había tocado en Italia el año de terminar prácticas en México, que me tocó volver a hacer prácticas y hacer el proyecto de titulación y todo esto. Y fue muy extraño volver. Fue un año bastante raro porque después de haber tenido una experiencia tan formativa y tan desafiante en donde crecí tanto y descubrí partes de mí misma, pues yo había sentido que había dejado una parte de mí en Europa.

y sabía que mi sueño era volver. Desde que me fui al internado, creo que yo soñaba con vivir fuera. pues bueno, poco después tuve otra oportunidad de irme a Alemania a trabajar y fue una experiencia otra vez, bastante desafiante y bastante formativa.

Cuando empecé a trabajar pues me di cuenta que no era lo que me gustaba. Yo estudié arquitectura y siempre me apasionó muchísimo, muchos aspectos de la arquitectura, pero cuando empecé a trabajar me di cuenta que realmente la parte que más me apasionaba era pues la parte técnica, constructiva, más la parte...

Sí, más esta parte de las ingenierías. Y yo trabajaba en Alemania en un despacho de diseño arquitectónico, pues ni siquiera como arquitecto porque solamente tenía la licenciatura, realmente era como un practicante. Y entonces me di cuenta como, creo que esto no es lo que yo quiero y de todas formas creo que voy a necesitar prepararme más porque pues necesitaba hacer una maestría, ¿no? Para ser...

una profesionista competente en Europa. Entonces, después de una estancia corta en Alemania de más o menos seis meses, en donde también me pasaron mil cosas y tengo mil anécdotas, pero esas te las iré contando poco a poco, pues decidí buscar opciones para una maestría. Y la vida me llevó a un país muy cerca de Alemania, Países Bajos.

a la universidad técnica de Delft donde pues ya pude realmente estar donde realmente me interesaba que pues era esta parte más técnica y constructiva y pues mi tiempo en Países Bajos que fueron dos años y medio fue una etapa hermosísima de mi vida había aprendido mucho después de haber

pues he tenido estas dos experiencias anteriores, después de haber estudiado en Italia y de haber estado trabajando en Alemania. Ya había crecido mucho, creo que ya estaba más preparada porque en Alemania sí tuve varias crisis bastante fuertes. Pero pues llegué a Países Bajos con más herramientas y con aprendizajes en la espalda que me ayudaron a seguir adelante y pues esta vez aunque me enfrenté

a nuevos desafíos. Como ya había vivido cosas difíciles antes, pues me sentí mejor y eso me ayudó a disfrutar muchísimo el tiempo que viví ahí. Y bueno, como dicen muchos, tus planes y Dios se reirá de ti. Yo tenía planeado, o sea, iba a empezar a trabajar en una empresa en el sur de Holanda.

y ya tenía varias cosas planeadas, justo en las vísperas de la graduación, mi tutor de tesis, fue una persona súper importante para mí en este proceso de, pues de convertirme en un profesionista, él también era migrante, entonces él también me pues enriqueció este punto de vista de cómo la parte profesional a veces es difícil, ¿no? Cuando estás compitiendo en el mercado.

encontrar personas de ese país y pues tú vienes de fuera. Entonces me dijo vamos a platicar qué quieres hacer, qué es lo que te apasiona, cómo te ves creciendo en unos cuantos años. Y fue muy bonito porque él me dijo que buscara todas las oportunidades posibles y justo después de graduarme, unas pocas semanas después de que me gradué,

Pues me llegó una oferta de trabajo en un lugar en donde jamás había planeado vivir y ni siquiera se me había ocurrido y tuve la oportunidad de irme a San Francisco, sea, de cruzar el océano, de volver al continente americano y de empezar mi vida profesional en California con unos proyectos increíbles, con un equipo súper súper capaz.

personas increíbles que me ayudaron a formarme pues ya como ingeniero, como arquitecto e ingeniero yo soy un híbrido entre los dos. Y pues era una decisión difícil porque ya había echado raíces en Europa, mi novio es neerlandés, entonces pues también teníamos planes juntos de empezar a hacer nuestra vida ya. Pero pues al mismo tiempo también pensamos

esta es una gran oportunidad tanto para mí como para él entonces pues sí, empaque mis maletas otra vez y me mudé a San Francisco en enero del 2020 y todos sabemos que ese año fue absolutamente caótico hayas migrado antes después durante fue un año que sí a todos nos traumatizó

porque pues fue la pandemia y es un momento muy raro para empezar una vida en un país nuevo, para empezar un trabajo justo cuando estás recién graduada o graduado de la universidad. Entonces pues el 2020 para mí fue un año de adaptación, de muchísima incertidumbre, de muchas crisis

Fue un año en el que escribí mucho, reflexiones porque tenía tantas emociones que necesitaba como canalizarlas a algo. Y pues en muchos sentidos fue un año de soledad. Yo creo que para todos fue un año de soledad. Es muy difícil empezar una vida en un país nuevo cuando el gobierno te dice no puedes salir, hay toque de queda, todos los lugares públicos están cerrados, no puedes ir a...

a clases, no puedes juntarte con gente, ni siquiera podíamos ir a la playa. Entonces, pues, francamente fue un año de mucha soledad, fue muy duro, pero pues lo sobreviví. justo casi un año después, en víspera del 2021, por cuestiones de trabajo, volví a hacer mis maletas y me mudé a Los Ángeles, que es en donde vivo actualmente.

Y bueno, pues esta es realmente la punta punta del iceberg de mi historia. Hay muchas cosas que te seguiré platicando poco a poco conforme nos vayamos conociendo. Pero el punto de contarte mi historia, no es solamente para que nos conozcamos mejor, pero porque lo que más me interesa es compartirte todo lo que he aprendido en este camino. Pues como te contaba, durante los últimos diez años

Me he mudado cinco veces, me ha tocado aprender idiomas, ha tocado conocer a personas increíbles. También me ha tocado despedirme de mucha gente, que es lo que pasa cuando te mueves constantemente. Y pues me ha tocado empezar desde cero más veces de las que puedo contar. Y es muy duro y puede ser bastante cansado porque algo que he aprendido es cuando te mueves tanto...

cómo echas raíces y cómo encuentras como el sentido de pertenencias y todo el tiempo te estás moviendo. Pero bueno, también hay muchas cosas que he aprendido sobre emigrar que nadie te dice, ¿no? Así que el día de hoy en este episodio te quiero compartir cinco lecciones que he aprendido durante mi proceso de migración al dejar todo atrás. Entonces, bueno, el primer aprendizaje o mi primera reflexión que te quiero compartir

es, yo he aprendido que los migrantes vivimos un duelo silencioso. ¿Por qué? Pues porque migrar no es solo comenzar de nuevo en otro lugar. Es un proceso de duelo por todo lo que dejas atrás. Tu familia, tus amigos, los lugares que antes te rodeaban, todo esto pues queda atrás. Y aunque estás súper entusiasmado por lo que te empuja hacia adelante, sí sientes un vacío constante

pues por esta parte que ya no está y esta parte que dejaste atrás. Y este duelo no siempre es evidente y yo creo que no se habla mucho de ese duelo, por eso digo que es silencioso. porque una, la vida sigue, llegaste a un nuevo país y no hay tiempo que perder, ¿no? Tienes que hacer todo lo posible para darle cuerda y empezar y crecer y seguir. Y ya de ese se nos olvida que es bueno tomar pausas.

Y bueno, que en lo más profundo de tu ser, van a haber momentos de tristeza por lo que ya no puedes vivir en persona y hay que afrontarlos y hay que vivir con el sentimiento de duelo. Y puede ser que ese sentimiento sea silencioso, puede ser que nos dé pena expresarlo, Porque no queremos que la gente se preocupe por nosotros. Y a veces puede ser imperceptible, pero yo creo que siempre está presente. Entonces, pues bueno, vemos...

es un dolor, por ejemplo, en mi caso de ver a mis papás que pues envejecen lejos de mí y que me pierdo pues los domingos en familia, los cumpleaños o incluso cosas tan sencillas como por ejemplo los paisajes que alguna vez fueron como parte de tu vida diaria y que eran tu refugio de este es el lugar al que pertenezco pues esto ya no es parte de tu día a día, aunque suene tan simple migrar pues en este sentido también es

aprender a vivir con las despedidas, que no tienen un retorno inmediato. La segunda reflexión que te quiero compartir es el peso emocional del cambio. Como te platicaba durante el súper súper resumen de mi historia, pues mudarse no es solamente empacar tus maletas. Realmente...

hablamos de un proceso emocional súper profundo que está lleno de incertidumbres, lleno de desafíos internos, porque hablamos de que adaptarse a un lugar nuevo con costumbres, con idiomas, con maneras de ser diferentes, todo esto es súper abrumador. Y aunque muchas veces lo racionalizamos como es parte de la experiencia y lo tengo que vivir, también es muy válido decir que...

Cada día en este nuevo entorno te puedes sentir cansado emocionalmente, incluso puede llegar a ser agotador o abrumador. Y es súper válido. Y enfrentarte no solamente a entender y adaptarte a una nueva cultura, sino también a ti mismo en un contexto que no dominas y obviamente por algo se llama estar fuera de la zona de confort. Pues es un poco como desaprender lo que sabías para empezar

desde cero y esta sensación de estar fuera de lugar puede ser bastante difícil de sobrellevar y aparte lleva tiempo construir un sentido de pertenencia, es bastante difícil. tema lo vamos a explorar, todos los temas los vamos a explorar a profundidad en el podcast, pero este tema de construir el sentido de pertenencia es uno de mis favoritos.

porque yo lo he vivido de diferentes maneras, entonces lo vamos a platicar bastante también.

Bueno, el tercer aprendizaje que te quiero compartir es lo que yo le llamo pues tener el corazón partido. pues sí, las personas que hemos migrado tenemos el corazón partido en dos, tres o a lo mejor más pedazos. Siempre vas a amar a tu país de origen porque pues es el lugar que forma parte de tus raíces, ¿no? Es el lugar que está cerca de tu corazón y al final del día es tu identidad. Pero...

Pues también comienzas a amar a los nuevos sitios en donde vives y a abrazar las oportunidades que los países te han dado. Y yo le llamo que es el corazón partido porque genuinamente yo siento un amor dividido. Porque siempre, siempre logras conectar con tu nuevo lugar, pero nunca dejas de sentir que perteneces a otro. Y esta, esta dualidad, esta...

digamos este sentimiento de tener que tu corazón pertenece a varios lugares, pues es una constante en la vida de las personas que emigramos. Porque pues por un lado sientes nostalgia por lo que dejaste atrás, pero pues también hay que abrazar y hay que disfrutar todo el entorno nuevo que eso nos ofrece. Pero pues sin embargo siempre tendrás una parte de ti que extraña y la otra parte que se adapta y que abraza estas nuevas oportunidades.

Y bueno, pues el cuarto aprendizaje que te quiero compartir es bastante duro, es la soledad del regreso. Y va muy de la mano con todo lo que hemos platicado sobre toda esta parte del corazón partido. Pues volver a casa, volver a tu país natal, volver a la ciudad en donde creciste, el lugar en donde empacaste tus maletas y del cual te fuiste.

Pues a veces no es tan fácil como parece. Mi experiencia me ha enseñado que, pues sí, esperas encontrarte con el calor familiar, pero hay veces en las que puede ser que sientas que ya no encajas completamente, En ese lugar que solías llamar tu hogar. Y pues puedes sentir que las personas siguen con su vida y siempre te van a recibir con muchísimo amor.

Pero, pues la vida sigue y tú has cambiado y las personas han cambiado y también los lugares cambian. A mí me pasa que cuando regreso a la ciudad en donde crecí, donde viví hasta los 21 años, yo a veces me pierdo. Y digo, ¿cómo es posible vivir aquí los primeros 21 años de mi vida?

Pero pasa, pues has vivido otras experiencias, has crecido, este crecimiento te ha transformado de maneras que pueden hacerte sentir, pues ajeno a este lugar que una vez llamaste hogar, como construiste un lugar lejos, pues puede ser que se sienta distinto esta vez que volviste. Y otra vez, es un tipo de soledad, ¿no? O sea, es bastante peculiar.

porque pues aunque estás físicamente presente puede ser que emocionalmente te sientas desconectado porque sientes que una parte de ti ya no pertenece del todo a ese entorno que pues alguna vez fue todo para ti, ¿no? Y es... sí, es la soledad del regreso, volver a casa y decir, a caray creo que las cosas no son como las dejé, ¿no? O sea, he puesto tanta energía y tanto...

tanto amor en construir un hogar día a día lejos que pues creo que esto ya se siente que es parte de una vida pasada.

Y bueno, mi último aprendizaje y lo último que te quiero decir es el crecimiento personal. Nadie te lo advierte y creo que las personas que migramos lo subestimamos muchísimo al principio de nuestro proceso, pero migrar te cambia profundamente. O sea, todos los retos que te enfrentas, todas las dificultades que superas.

Todo esto te fortalece y te hace descubrir una versión de ti mismo que genuinamente no conocías antes o la pones a prueba y aprendes de ti mismo. Y creo que es a través de estos desafíos que realmente aprendes a adaptarte, a ser resiliente y a confiar en tu capacidad para salir adelante y decirte ti misma o a ti mismo. puedo empezar desde cero. Tengo la resiliencia y la fortaleza.

para abrazar lo desconocido y seguir adelante. Obviamente hay días que vas a pensar completamente lo opuesto. van a ser días, no sé, yo a veces llegaba a mi casa del trabajo y lloraba y lloraba y lloraba. Es más, ni siquiera lloraba cuando llegaba a mi casa, empezaba llorar cuando venía el transporte público de regreso y yo decía ¿por qué, por qué hice esto? ¿es que por qué hice esto? ¿es que, o sea cuál es la necesidad de estar aquí?

y lloras y lloras y lloras y sacas todo lo que estás sintiendo en ese momento y lo procesas y luego te das cuenta, claro, estoy aquí porque tengo esta oportunidad porque voy a crecer, porque la vida me ha llevado a esto y voy a abrazar esta oportunidad que se me dio. Entonces, pues quiero decirte que cada barrera que rompes, cada pequeño logro en un contexto desconocido te va ayudar a crecer. Y este crecimiento, pues claro que no es inmediato, claro que no es fácil.

pero pues con el tiempo te das cuenta de que eres una persona más fuerte, más abierta y con una nueva perspectiva del mundo pero sobre todo de ti mismo. Entonces bueno, estas son cosas que a mí me hubiera gustado saber hace diez años, la primera vez que me fui y que hice mis maletas para salir de mi país pensando en construir mis sueños fuera. Te las comparto el día de hoy, espero que hayan resonado contigo.

Y quiero decirte que este es solo el comienzo de este proyecto fantástico que viene desde lo más profundo de mi corazón que es Naciste para volar. Y bueno, en los próximos episodios vamos a hablar más sobre estos temas, vamos a tener invitados que van a venir a compartir sus propias historias en donde vamos a reflexionar juntos y vamos a hablar de los desafíos a los que ellos se han enfrentado y qué aprendizajes han tenido.

y vamos a explorar muchísimos temas que me tienen súper emocionada. Temas como la identidad bicultural, cómo la migración cambia las ciudades, cómo la migración se refleja en el arte, comunicación intercultural, qué significa empezar desde cero en un país nuevo, por qué siento shock cultural. Mil temas que tengo preparados.

y espero que resuenen contigo, que te den fuerza, que conecten con la persona en la que te estás convirtiendo lejos de casa en el país del mundo en el que te encuentres en este momento. Entonces, quiero darte las gracias por acompañarme en el episodio piloto de Naciste para volar. Yo soy Tani. Espero que este episodio te haya inspirado a seguir tus propios sueños, sin importar los retos que enfrentes.

Y quiero decirte desde lo más profundo de mi corazón que no estás solo o sola en este viaje. Todos estamos volando hacia nuevos horizontes y estamos buscando cumplir nuestros sueños. Y si lo hacemos juntos creo que va a ser más fácil y más bonito. Si te gustó este episodio por favor compártelo con alguien que también está buscando volar lejos de casa.

Y quiero escuchar tu historia. Platiquemos. Puedes escribirme un correo a nacistepara volar, arroba gmail.com. Y también puedes seguirnos en todas nuestras redes sociales como arroba nacistepara volar para que seas parte de esta comunidad. No olvides suscribirte y seguirnos en la plataforma donde nos escuchas, ya sea Spotify, Apple Podcasts o tu favorita para que no te pierdas ninguno de los próximos episodios. Nos vamos a escuchar pronto.

Y recuerda que naciste para volar. ¡Hasta luego!